ENSEÑANZAS SOBRE EL AMOR

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El amor en el sentido budista —que implica compasión, alegría y ecuanimidad—, es la clave de una vida plena y libre, capaz de superar el miedo, la soledad y la angustia. «Sin amor la vida es imposible», dice el autor. «Debemos aprender el arte de amar. Necesitamos apoyarnos unos a otros para formar una comunidad en la que el amor sea algo tangible. El bienestar del mundo depende de cómo vivamos nuestra vida cotidiana, de cómo amemos».

A través de la trascripción de sus charlas con sus discípulos, en este libro Thich Nhat Hanh nos ofrece una visión del amor clara y accesible incluso para aquellos que no tengan ningún conocimiento previo sobre el budismo.

La felicidad únicamente puede alcanzarse a través de un auténtico amor. El auténtico amor tiene el poder de sanar y transformar las situaciones que nos rodean, dando a la vez un profundo significado a nuestra existencia. Hay personas que comprenden la naturaleza del auténtico amor y saben cómo generarlo y alimentarlo. Las enseñanzas sobre el amor que Buda impartió son claras, científicas y resultan aplicables. Todos y cada uno de nosotros podemos beneficiarnos de ellas.

Los Brahmaviharas son los cuatro elementos del auténtico amor, los Cuatro Inconmensurbles Estados de la Mente: el amor, la compasión, la alegría y la ecuanimidad. Se denominan «inconmensurables» porque, si los practicas, crecerán en ti cada día hasta llegar a contener el mundo entero. Tú serás más feliz, y la gente que te rodea también lo será. La práctica del Inconmensurable Estado del Amor extingue la ira en el corazón de los seres vivos. La práctica del Inconmensurable Estado de la Compasión extingue el dolor y la ansiedad en el corazón de los seres vivos. La práctica del Inconmensurable Estado de la Alegría extingue la tristeza y la falta de alegría en el corazón de los seres vivos. La práctica del Inconmensurable Estado de la Ecuanimidad extingue el odio, la aversión y el apego en el corazón de los seres vivos.

1.Maitri es el primer aspecto del auténtico amor, o sea, la intención y la capacidad de ofrecer alegría y felicidad. Para desarrollar esta capacidad, debemos practicar observando y escuchando profundamente, para saber qué es lo que debemos llevar a cabo o no para hacer felices a los demás. Si das a la persona a quien amas algo que no necesita, eso no es maitri. Debes percibir su verdadera situación, ya que de lo contrario quizá le ofrezcas algo que la haga infeliz.

Sin comprensión, tu amor no es auténtico. Debes observar profundamente para apreciar y comprender las necesidades, las aspiraciones y el sufrimiento de la persona a la que amas. Todos necesitamos amor. El amor nos da alegría y bienestar.

En el budismo, el principal significado de la palabra «amor» es «amistad». Podemos desarrollar esta magnífica fuente de energía alimentando el amor incondicional que nada espera a cambio. Cuando comprendemos profundamente a alguien, aunque nos haya hecho daño, no podemos evitar quererle.

2. El segundo aspecto del auténtico amor es karuna, la intención y capacidad de mitigar y transformar el sufrimiento y aliviar el dolor. Karuna se traduce comúnmente por «compasión». Para desarrollar la compasión debemos practicar la respiración consciente, y escuchar y observar profundamente. La compasión implica un profundo sentimiento de preocupación por los demás. Sabes que la otra persona está sufriendo, así que te sientas cerca de ella. La observas y escuchas profundamente para poder sentir su dolor. Estableces una profunda comunicación, estás en íntima comunión con ella, y ello basta para que se sienta mejor.

Una palabra puede aportar consuelo y confianza, desvanecer las dudas, ayudar a alguien a no cometer un error, solucionar un conflicto o abrir la puerta hacia la liberación. Una acción puede salvar la vida de alguien o ayudarle a aprovechar una oportunidad excepcional. Un pensamiento puede actuar de idéntico modo, porque conduce siempre a las palabras y acciones.

3. El tercer elemento del auténtico amor es mudita, la alegría. El auténtico amor siempre da alegría, tanto a nosotros mismos como a la persona amada. Si nuestro amor no proporciona alegría a ambas partes, quiere decir que no es auténtico amor. Existe una gran cantidad de pequeñas cosas que pueden darnos una gran alegría. Al vivir conscientemente, somos capaces de apreciar estas maravillosas y refrescantes cosas y, de modo natural, la mente se llena de alegría. Una alegría llena de paz y satisfacción.

4. El cuarto elemento del verdadero amor es upeksha, que significa «ecuanimidad», «desasimiento», «no discriminación,» «una mente serena», o «no aferrarse a las cosas». Si tu amor está lleno de apegos, de discriminaciones, de prejuicios o se aferra a las cosas, no se trata de un auténtico amor. La auténtica ecuanimidad no es ni fría ni indiferente. Significa que en un conflicto, aunque nos incumba profundamente, somos capaces de mantenernos imparciales, amando y comprendiendo a ambas partes. Nos despojamos de cualquier tipo de discriminación o prejuicio, y eliminamos las fronteras entre nosotros y los demás.

Para comprender a otra persona y amarla de verdad, debemos ponernos «en su piel» y volvernos una unidad con ella. Cuando consigamos hacerlo, desaparecerá la noción del «yo» y la de los «demás». El auténtico amor te permite conservar tu libertad y la de la persona amada. Eso es upeksha.

La práctica de los Cuatro Inconmensurables Estados de la Mente, nos estaba ofreciendo a todos una importante enseñanza. Pero para ser capaces de aplicarlos a nuestra propia vida y a la de aquellos a quienes amamos, debemos observar profundamente y ponerlos en práctica.

Existen muchos ejercicios específicos para ayudar a practicar y realizar los Cuatro Inconmensurables Estados de la Mente.

Cuando practicamos la meditación del amor, no sólo visualizamos nuestro amor extendiéndose por el espacio, sino que entramos en contacto con las profundas fuentes de amor que tenemos en nuestro interior; es entonces cuando, en medio de nuestra vida cotidiana y de nuestra relación con los demás, expresamos y compartimos ese amor.

La práctica de la meditación del amor no es autosugestión. No se trata sólo de decir: «Me amo a mí mismo. Amo a todos los seres», sino que observamos profundamente nuestro cuerpo, nuestros sentimientos, nuestras percepciones, formaciones mentales y nuestra conciencia, y transcurridas sólo algunas semanas, nuestra aspiración de amor se habrá convertido en un sólido propósito. El amor inundará nuestros pensamientos, nuestras palabras y acciones, y advertiremos que nos hemos convertido en personas pacíficas, felices, con el cuerpo y el corazón serenos; que estamos a salvo, libres de cualquier daño; libres de ira, aflicciones, miedo y ansiedad.

Cuando practiques, observa cuánta paz, felicidad y serenidad hay en ti. Percibe si estás ansioso a causa de ciertos percances o desgracias, y cuánta ira, enfado, miedo, ansiedad o preocupación tienes. A medida que vayas haciéndote consciente de tus sentimientos, te comprenderás a ti mismo con más profundidad. Te darás cuenta de que son tus miedos y la falta de paz los que contribuyen a tu infelicidad, y valorarás la importancia de amarte a ti mismo y de cultivar un corazón compasivo. En lugar de vivir con un generalizado temor a los percances, observa las maneras en que te estás haciendo daño constantemente a ti mismo, y toma las medidas adecuadas para minimizar la enfermedad y el daño.

Observa profundamente, no sólo cuando estés sentado en tu almohadón de meditar, sino dondequiera que estés, sea lo que sea lo que hagas. Vivir conscientemente es el mejor modo de prevenir los percances y de protegerte a ti mismo. Debes reconocer tu profundo deseo de vivir en paz y en seguridad, de tener el apoyo necesario, y realizar la práctica de ser consciente.

Cuando nuestra meditación empieza a fructificar lo reconoceremos por estos signos que indican una mente compasiva: 1) dormimos más relajados, 2) no tenemos pesadillas, 3) el estado de vigilia es más armonioso, 4) no experimentamos ansiedad o depresión, y 5) somos amados y protegidos por toda la gente que nos rodea.

¿Cuál es la mejor manera de practicar? En realidad, no lo sé. Todavía estoy aprendiendo, igual que tú.

Si crees que estás solo, no es más que una ilusión. Puedes sentir los elementos de la felicidad que están aquí y vivir el momento presente con paz interior. Depende de cómo veas las cosas. Por favor, aprende y practica el arte de vivir con plena conciencia, el arte de ser feliz y de hacer felices a los demás. En esto consiste la meditación del amor. En esto consiste vivir profundamente el momento presente. No tengas miedo de amar. Sin amor la vida es imposible. Tenemos plena confianza en que lo harás.

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