EL TIEMPO EN TUS MANOS (10 CLAVES PARA CONVERTIRTE EN UN MAGO DEL TIEMPO)

Si trabajas ocho horas y duermes otras ocho. Si tienes que hacer, al menos, media hora de ejercicio al día. Si te gusta pasar tiempo con tus hijos y tu pareja. Si te parece importante cultivar la amistad, visitar a tus padres, dedicar tiempo para meditar. Hacer la compra, realizar gestiones, atender imprevistos, llamadas, mails. Asistir a conferencias, cursos… no te saldrán las cuentas. ¿Cómo harás todo esto sin sufrir estrés? ¿Cuál es el secreto?

«El tiempo en tus manos» es el resultado de la propia experiencia de su autor, Félix Torán, de sus conocimientos de crecimiento personal, gestión y comprensión del tiempo. ¿Es posible hacer más y mejor en menos tiempo, sin sacrificar tu salud? ¿Es posible tener el tiempo en tus manos?

COMPRENDER EL TIEMPO

descargaEl tiempo es una creación del ser humano. Es un concepto que existe porque ha sido definido; hemos necesitado crear el concepto de tiempo. Nuestro cerebro lo trae implícito de algún modo. ¿Acaso no tenemos un reloj interno? Pero el tiempo no existe como tal. No es tangible. No podemos verlo, ni oírlo, tocarlo… Lo que llamamos tiempo sólo existe cuando se experimenta o se mide. Es necesario pensarlo para que exista. El mero hecho de nombrar el tiempo implica pensar en el mismo y, paradójicamente, destruir el único tiempo que existe.

En realidad, el único tiempo que existe es el momento presente. Cuando estamos por completo en el ahora, estamos en el único instante que existe. En ese instante, el pasado y el futuro no tienen sentido alguno; el tiempo no tiene sentido. Pero el hecho de separar los instantes, de poder recordar e imaginar, nos permiten ser conscientes y utilizar la lay de causa y efecto. ¡Que hayamos tenido que definir el tiempo no es casualidad!

Por lo tanto, tienes que aprender a diferenciar el falso tiempo -el que creas- (sino no existiría) del verdadero tiempo -el presente, que siempre existe. La capacidad de diferenciarlos es la clave de la gestión de tu tiempo. Cuando estás en el modo hacer haces uso del tiempo de una manera consciente. Te concentras en el falso tiempo. Esto es útil para planificar, estimar plazos, observar fenómenos, extraer conclusiones, ordenar sucesos, tomar decisiones… el problema es que se lleve a un extremo y vivas constantemente en piloto automático. ¿Eres consciente de cuándo y cuánto funcionas como un autómata? Cuando entras en el modo ser conectas con el verdadero tiempo. El tiempo se detiene y vives cada instante. No hay preocupación por lo que ha pasado antes ni por lo que pasará después. No hay distracciones. No se razona nada y se experimenta todo. Cualquier cosa ordinaria que haces, vivida en el momento presente, se convierte en algo absolutamente extraordinario. Para aprovechar el tiempo, es necesario experimentar cada instante, y sólo se puede lograr son la intervención de la mente. ¿Cuánto tiempo pasas en el modo hacer y cuánto en el modo ser? A partir de ahora, ¡obsérvalo!

La clave para obtener los mejores resultados de tu tiempo reside en lograr independizarte del mismo. Cuando lo hagas, dejarás de ser esclav@ de tu tiempo. No irás tras el reloj, ocurrirá más bien al contrario: el tiempo trabajará para ti y te seguirá como si fuera tu sombra. El tiempo se pone a tu servicio, en lugar de ser tú quien le sirve.

LADRONES DEL TIEMPO

Seguro que al pensar en una mejor gestión del tiempo, lo primero que ha venido a tu mente es la necesidad de adquirir correctos hábitos, así como aprender herramientas y técnicas. Pero olvidas algo importante: también es necesario eliminar los hábitos incorrectos. Antes de añadir aspectos nuevos a tu vida, empieza por quitarte de encima lo que no te sirve.

Un ladrón de tiempo es todo aquello que puede lograr desviar tu atención del momento
presente. Las interrupciones, postergaciones… pueden tomar diferentes formas pero, lo más importante no es conocer a la perfección su naturaleza, sino ser conscientes de su presencia. Para que 052715pd_time_thiefreconozcas a un ladrón de tiempo, es necesario que sepas primero cuáles son tus objetivos: tu misión (para qué haces lo que haces), tu visión (tu sueño a largo plazo), tus objetivos (qué quieres alcanzar a medio plazo), tus metas (qué quieres alcanzar a corto plazo) y tus valores (aquello que es más importante para ti). Si tienes claras las respuestas a las anteriores preguntas, más fácil y rápido te resultará detectar ladrones de tiempo.

Existen dos clases de ladrones de tiempo, los que proceden del exterior, del entorno, y los que proceden directamente de tu interior, de tu mente. Interrupciones, reuniones improvisadas y mal gestionadas, poca discriminación de las lecturas que hacemos, papeleos, el desorden, dependencias externas (por ejemplo, personas que no cumplen sus compromisos), no dar explicaciones claras, no diferenciar entre las cosas importantes y menos importantes, querer hacerlo todo tú y no delegar, las personas que «no nos dejan ir» cuando nos las encontramos, mirar el correo electrónico cada dos por tres, creer que no tenemos tiempo, la multitarea, no conectar con el presente, no saber poner fin a las tareas, tener demasiada prisa por terminarlas, divagar por internet, la televisión… ¡Toma la decisión de mantenerte alerta ante los ladrones de tiempo durante todo el día!

10 CLAVES PARA CONVERTIRTE EN UN MAGO DEL TIEMPO

No hace falta que te vayas a los extremos, lo mejor es que adaptes y construyas tu propio decálogo. Observa tu vida cotidiana desde un nuevo punto de vista, intentando identificar las oportunidades de poner el tiempo en tus manos que quizás hayan pasado inadvertidas hasta ahora o te resultaban conocidas y no empleabas.

  1. Planifica tus tareas. Dedica una hora al comienzo de cada semana para planificar la semana entrante y anticipar las semanas siguientes. Y cada comienzo del día para planificar la jornada. Para ello:

– Utiliza una agenda, calendario y lista de tareas.

– Coloca las tareas importantes en los momentos de máxima energía, al no ser que las tengas muy dominadas.

–  Comienza siempre por lo más difícil.

– Divide y vencerás. Divide tu sueño (¿ya sabes hacia dónde te diriges?) en objetivos. Tus objetivos en metas. Y las metas en acciones. Y si aun no lo tienes claro, sigue subdividiendo hasta que encuentres un primer paso sencillo para empezar tu tarea.

– Agrupa, pon juntas tareas similares. Ayudará a tener una mayor concentración y perderás menos energía.

– Pon tareas en paralelo pero evita la multitarea. Significa que mientras estás ocupado por completo en una cosa, otras avanzan por sí solas.

– Asigna unos días y horas concretos para tareas que haces con determinada frecuencia y que resultan esenciales.

– Estima un tiempo para cada actividad. Si no lo haces puede que una tarea se eternice.

– Simplifica. Ante cualquier tarea pregúntate primero si sería posible eliminarla. Aprende a delegar las cosas que no son importantes, aunque sean urgentes. Las que no son ni importantes ni urgentes, deshazte de ellas.

– Guarda un 20% de margen para la improvisación.

– Repasa mentalmente lo realizado en el día y evalúa el progreso con respecto a las metas fijadas.

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  1. ¡Hazlo ya! El momento ideal para actuar es el único momento que existe: AHORA.
  2. Termina lo que empiezas. Sigue tu programa salvo que te surja algo que sea más importante aun.
  3. No hagas las cosas en los horarios que son para todo el mundo porque el riesgo de contratiempos aumenta. Llega una hora antes al trabajo, podrás aprovechar para realizar tareas importantes sin que nadie te moleste, además evitarás tráfico. O, por ejemplo, si comes fuera, hazlo media hora antes y no sólo habrá sitio sino que podrás elegir la mesa donde sentarte.
  4. Llega a tus citas con tiempo suficiente y entrega tus tareas a tiempo. Es un claro signo de excelencia y, aunque no lo parezca, estarás haciendo una mejor gestión del tiempo.
  5. Sé proactivo y toma las riendas de tu vida. Procura que al menos el noventa por ciento de tu tiempo esté gestionado por ti, puesto que así terminarás controlando el noventa por ciento de tu vida.
  6. Ocúpate. Las personas que mejor gestionan su tiempo son personas ocupadas. Ocupadas y ¡no preocupadas!
  7. Tómate tiempo para ti mismo. Combina periodos de esfuerzo intelectual con periodos de descanso.
  8. Aprovecha lo que yo llamo «tiempos muertos» de los viajes en tren, en avión, esperando a que comience un evento, una cita, colas, salas de espera.
  9. Haz el mejor uso de tu próximo minuto.

¿Estás listo para convertirte en un mago del tiempo?